MIRROR LAKES
En un bruñido espejo
las cumbres se reflejan sobre el lago
orando como monjas invertidas
de velo pulcro y bajos revestidos.
.
Sobre la luna brilla el holograma
de un cuadro recién hecho
que seduce mis ojos,
dos mitades zurcidas
con hilo imperceptible
que hilvana torpemente
esta quimera.
.
Me sumerjo en la imagen
que finge vida propia
y naufrago en las aguas pacíficas del lienzo.
Revista Esteros (nº7, 2022) (Uruguay)
L’AMOUREUX
Siempre se vuelve solo del amor.
RAFAEL GUILLÉN. Tercer gesto (1967)
Alza el vuelo el avión y deja atrás
la alcoba de un hotel desconocido.
Por un instante el tiempo nos enreda
en promesas abúlicas
que cazamos desesperadamente
en la estancia fingida
mientras cae de bruces la sonrisa
de cera, enmarañada en sábanas
ofidias que recorren nuestra piel
y ardemos en la lumbre
de lo que somos, lo que fuimos,
lo que jamás seremos.
.
Hoy el pasaje de regreso
divisa nubes negras que apagan el ardor
del dormitorio donde fuimos
invictos a escondidas.
Quizás las turbulencias estamparon
la nave en el hotel, o quizás ya se hizo
añicos en la casa, en aquel lecho
mullido, en la voluntariosa rueca
de un amor deshilado.
Para decir amor sencillamente: Homenaje a Rafael Guillén (Diputación Provincial de Granada, 2021, p. 65)
SAL
Caigo en silencio
con mis blancas entrañas esparcidas
por este guiso de colores mustios
lamiendo las heridas
que duelen,
el mar y aquel olor
que no se fue del todo.
Caigo en silencio,
me fundo en este caldo,
desaparezco,
pues habéis descubierto
vuestro sabor
y aguardan comensales
en la mesa.
Versos que abrazan (Ayuntamiento de Almería, 2021, pp. 84-5)
PERSIGUIENDO A ALICIA
1
¿quién eres tú?
ensayas reverencias con los pies en el aire
desciendes lentamente mientras cuentas
hormigas
que susurran borrosos acertijos
redondos sueños que no fueron
murciélagos que comen gatos
narguiles que hacen humo de tu sangre
.
¿quién soy yo?
el humo transparente que hoy alarga mis piernas
quisiera ser tan alta como ella
pero no hay luz aquí
sólo letras que llueven tinta seca
lluvia de ayer
que no moja ni nombra
.
quieres saber quién soy
y giras tu objetivo
pero sigo cayendo
llego tarde muy tarde si es que llego
mis diminutos pies duermen distantes
sus pétalos recobran el color
y vuelan alto
aunque los creas muertos
aunque dejen atrás la fiesta y los zapatos
aunque llegue a su fin
mi cuento mi caída
.
¿quién eres tú?
el juego de unas letras casquivanas
.
2
no importa lo que digan
la luz viene de dentro
y derrama hacia arriba un hilo de oro
buscando una salida
a tantas sombras atrapadas
vuela hacia dentro
una cometa
en casa entre mis cosas
con ojos que recorren mi pasado
sin rumbo fijo
zozobro
en las aguas doradas del ocaso
y me derrito
embriagada en sueños acuosos
hundida
mientras vuela hacia dentro
la cometa
lejos del frío del cristal
de mis fantasmas
de la luz ahogada en un vaso cualquiera
que volverá a brillar
tal vez mañana
.
3
¿dónde muere la luz? ¿quién sabe dónde
se apaga el sueño? ¿dónde está el fusible
de la vida los dos ojos cerrados
que miran fijamente con pestañas
adustas dos peinetas que olvidaron
el baile y los zapatos y perdieron
el color anhelando disiparse
entre las sombras? ¿dónde está el jarrón
de alabastro que alberga en su interior
la esencia destilada de la grieta?
¿quién pedalea en el triciclo? ¿quién
huye de sillas sin dueño sin alma
dos sillas que ocupan la habitación?
dos sillas ¿cuántas sillas me persiguen?
son tantas ya las sillas tan desiertas
tan llenas de sí mismas tan lejanas
se dan la mano a veces y me miran
con sus ojos de infancia tan vacíos
quieren jugar conmigo para siempre
.
4
a veces soy un mito
la sombra de escayola que no brilla
la dama envuelta en mantos sempiternos
que no vuelan al viento
el nombre pegajoso de un millón
de mujeres lacadas como yo
en pedestales
.
a veces no me quedan manos
el niño es demasiado grande
para mí para todas
aunque sonrían
estos párvulos labios
aunque virgen me quieras
.
a veces soy tu Stella Maris
esperas que ilumine la tormenta
y proteja tus barcos de las olas
aunque no sabes
que el mar habita en mí
sigo sonriendo bajo el agua
.
a veces soy la dueña del infierno
decido tu destino con este escapulario
y vivo en llamas
aunque no arda mi ropa
aunque no veas
el fuego dentro
.
a veces soy tu mito
.
5
¿quién mira?
¿quién es el ojo de la cerradura?
¿quién ve pero no toca
no atraviesa la puerta en esta sala
de llaves infinitas?
serás eterna cómeme
bébete niña
ahógate en tus lágrimas gigantes
en las letras que giran y no ves
en el bosque sombrío de las cosas
sin nombre gira da la vuelta
a tu blanco dolor que baila al fondo
con zapatos a juego al borde de la nada
tras sonrisas armiñadas de niebla
¿quién baila?
¿cuántas piernas no bailan?
¿cuántas yacen tendidas sobre párpados sepias?
giran las letras en el sumidero
de la memoria
se pierden los acordes
que ya nadie recuerda
porque sobran palabras
pero los pies no dejan de bailar
y tú cierras los ojos
¿quién mira
ahora?
En-Contra-Dos (Sonámbulos ediciones, 2021, pp. 33-51)

LADY BOWEN FALLS
Saltan gloriosas las cascadas,
radiantes bailarinas
de tules espumosos,
eternos grands jetés
en las alturas.
.
Saltan gloriosas las cascadas
con sus velos nupciales,
damas absortas
sentadas en la peña,
cansadas de alegrar nuestras rutinas
con hastiadas coreografías.
Revista Extramuros 34 (Septiembre 2021) (Uruguay)
LA COMARCA
Nos la robaron
– ya no hay hogar ni asilo –
hicieron del jardín
un parque en miniatura
para turistas
con casitas vacantes
que olvidaron su historia.
Lejos, muy lejos,
aún rueda el anillo.
Revista Extramuros 34 (Septiembre 2021) (Uruguay)

ENREDADOS
Had we but world enough and time,
This coyness, lady, were no crime.
(Andrew Marvell, To his coy mistress’)
En Twitter no me sobran caracteres,
en Facebook entre muros somos reos,
en Instagram, stories y escarceos,
tus emails me parecen misereres.
.
No somos ya millennials, cómo eres,
Snapchat y TikTok son tus cameos,
no siento por Skype nuestros deseos,
Tinder quizá nos traiga otros placeres.
.
¿Por qué levantas pérfidas murallas
y almacenas en Dropbox mi cariño
plegándome en carpetas con tus miedos?
.
Hartos de postureo y de pantallas
―no te enfades conmigo, no te riño―
del Whatsapp son los callos de mis dedos.
Lumbre: Monográfico Versos al amor de la lumbre. Poesía granadina (Granada, 2019, p. 275)

VIRGINIA
Todos los relojes de la casa
a punto de dar la hora.
MICHAEL CUNNINGHAM
Las horas
Oigo violines
si hundo los zapatos en el fango
y me adentro en el agua
con piedras en mi abrigo.
.
Siento la tinta
de mis dedos manchados
que tiemblan tras la carta
con renglones de humo.
.
Huelo tu aroma
impregnado en mi anillo,
ya casi un olor verde
bajo las algas.
.
Bebo tus besos
si trago el agua turbia,
si olvido aquel papel
sobre mi boca.
.
Veo tus años,
las olas en mis ojos,
las horas que vivimos
y siempre viviremos entre actos.
.
No entiende el río treguas ni caricias.
Al son de los violines
rodeo con mis brazos a la muerte
y bailamos.
Versos para bailar o no (Córdoba: Almuzara, 2019. p. 273)

LAURA
En la habitación hay ese silencio especial
que reina en los hoteles,
un silencio calculado.
MICHAEL CUNNINGHAM
Las horas
Silencio,
quiero dormir,
quiero perderme en esta habitación
desconocida
sin tartas ni mandiles.
.
Silencio,
quiero leer,
quiero ser la heroína de mi fiesta
y de la tuya,
bailar con mi creadora.
.
Silencio,
quiero olvidar,
quiero dejar de ver los ojos cándidos
y desmedidos
que presagian la muerte.
.
Silencio,
quiero soñar,
quiero escuchar las olas que me anegan
en esta estancia,
fundirme con las notas del piano que seduce
y acalla los chillidos del niño tras el coche.
.
Silencio.
Versos para bailar o no (Córdoba: Almuzara, 2019. p. 274)
CLARISSA
como si el árbol, sacudido por el viento,
hubiese producido la música.
MICHAEL CUNNINGHAM
Las horas
Yo soy Clarissa,
soy la anfitriona de este siglo oscuro
por el que estoy de paso
movida por tus hilos.
En mis fiestas no faltan las hortensias
ni los bailes,
tal vez para hundir el silencio
en cócteles y risas,
tal vez para tallar mi pequeñez
en el recuerdo.
.
Yo soy Clarissa,
soy la anfitriona de este siglo oscuro,
pero hoy no habrá fiesta,
hoy cesan los violines,
veo muerte en tus ojos
cuando el viento sacude
tu carne mustia
que suena a sinfonía.
.
Hoy me agarro a tu bata,
una parte de mí cae contigo
y somos libres
en este grand jeté
improvisado.
Versos para bailar o no (Córdoba: Almuzara, 2019. p. 275)

ALMIREZ
hay un niño que pierden
todos los poetas
FEDERICO GARCÍA LORCA
Machaco con los ojos las semillas
que huelen a tabaco y remolacha,
aquel olor metálico y dorado
que estalla en golpes secos.
Se enredan en zarzales mis recuerdos,
susurran los chopos lejanos
y alargada dibujan
una sombra: mi infancia.
Sangra una letra tallada,
áurea cicatriz en carne viva,
supuran los anhelos,
inundada de sueños esa casa
que nunca fue del todo nuestra.
.
Hoy te busco, Matilde,
en tus enseres sacros,
en tus pechos baldíos,
en la niebla de los años
y habito en tu matriz
como una sanguijuela.
Machaco con los ojos las semillas
que huelen a hinojo y perejil.
A lomos de un caballo de madera,
trotan risueños en la noche
dos jinetes en miniatura.
Apenas al alba un destello,
Luisito se agarra a mi cinto,
pues otro jinete a lo lejos
viene raudo hacia nosotros.
Giro y pierdo las riendas,
la luna dibuja tu rostro;
tocando un tamborcillo,
miro al azar de frente
y lanzo un pajarito verde
que vaga eternamente por el limbo.
.
Caballito negro.
¿dónde llevas tu jinete muerto?
Machaco con los ojos las semillas que huelen a sudor y ensueño.
.

Caballo del Alba: Voces de Granada para Federico (Granada: Diputación de Granada, 2018. pp. 117-118)
‘Almirez’: Poema tributo a Luis García Lorca (el hermano pequeño de Federico, que murió a los 2 años de edad cuando Federico tenía 4) y a Matilde Palacios (la primera mujer del padre de Federico, que murió sin hijos. Tras su muerte, la familia Lorca vivió en su casa de Fuente Vaqueros). La foto que acompaña al poema es del almirez que guarda la Casa-Museo Natal de Federico García Lorca de Fuente Vaqueros con las iniciales de Matilde y del padre de Federico, que da título a mi poema.
