
Editado por la Diputación Provincial de Granada, este volumen-homenaje a Rafael Guillén corre a cargo de Javier Gilabert, Fernando Jaén, Juan José Castro y Gerardo Rodríguez Salas. El prólogo es de Juan Carlos Friebe.
«Para decir amor, sencillamente» es el segundo verso del soneto que abre Pronuncio amor, tercer libro de Rafael Guillén. Sesenta años después de su edición en Veleta al Sur, más de cien poetas, se han reunido alrededor de su poesía para entablar una conversación confidencial con el autor y su obra. Poetas coetáneos y contemporáneos de todas las corrientes y tendencias, unidos por el respeto y consideración que les merece una obra intemporal, se congregan en este libro en homenaje a una de las pocas voces señeras de la generación de los 50, como Francisco Brines, María Victoria Atencia, Antonio Gamoneda o Julia Uceda, entre otros, quienes también han participado en el presente volumen.

L’AMOUREUX
Siempre se vuelve solo del amor.
RAFAEL GUILLÉN. Tercer gesto (1967)
Alza el vuelo el avión y deja atrás
la alcoba de un hotel desconocido.
Por un instante el tiempo nos enreda
en promesas abúlicas
que cazamos desesperadamente
en la estancia fingida
mientras cae de bruces la sonrisa
de cera, enmarañada en sábanas
ofidias que recorren nuestra piel
y ardemos en la lumbre
de lo que somos, lo que fuimos,
lo que jamás seremos.
.
Hoy el pasaje de regreso
divisa nubes negras que apagan el ardor
del dormitorio donde fuimos
invictos a escondidas.
Quizás las turbulencias estamparon
la nave en el hotel, o quizás ya se hizo
añicos en la casa, en aquel lecho
mullido, en la voluntariosa rueca
de un amor deshilado.




Arriba se indica la nómina completa de autores y autoras participantes.
Los siguientes medios y revistas se hicieron eco del volumen: Diputación de Granada (x2), Zenda, Ideal Granada, EFE.
Reseñas en Kopek y los blogs de Álvaro Valverde y Marina Tapia.
La presentación del libro, que tuvo lugar el 14 de enero en el Palacio Condes de Gabia (Granada) se puede ver íntegramente en este enlace.

Bueno, me da un poco de pena que nadie de sus coordinadorxs se haya acordado de mí para participar en esta Antología.
Hubiera sido un gesto precioso.
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